sábado, 10 de septiembre de 2011

Si te largas viviré

Cuando arriesgas te expones a dos posibilidades : ganar o perder; pero si no lo haces ya estás perdida. Es como estar en el medio de un puente mirando lo que tienes debajo, con esa sensación de vértigo en el estómago; te encantaría hacer la mayor locura de tu vida, coger un paracaídas y sin pensarlo dos veces tirarte al vacío y poder volar como un pájaro, ser libre, disfrutar de cada inspiración. Te expones a muchas cosas como por ejemplo que al tirar del paracaídas falle algún mecanismo y no se abra, o también puede ser que hubieras tenido un error de cálculo y no te de tiempo a abrirlo. Y todas estas cosas pasan por tu cabeza dos minutos antes de decidir si esta vez lo harás o quedará en otro sueño imposible. Todos tenemos miedo, pero como alguien dijo alguna vez : que el miedo a ganar no te impida jugar. Al final, después de recapacitarlo 1000 veces decides arriesgarte. Te tiras. Al principio todo va como la seda, estás tranquila,sin miedos, sin ningún complejo ni temor, segura. Más tarde empiezas a notar el suelo más cerca, el aire es más frío, lo que antes te parecía estupendo ahora ya dejas el beneficio de la duda, ya no estás tan ciega de emociones fuertes ni de valentía.Y finalmente cuando se te quita la venda de heroina ves a dos milímetros de tu cara el suelo, y es en ese preciso instante cuando empiezas a tener miedo porque lo único que ves con certeza es una muerte segura. Cierras los ojos y dejas que llegue el impacto. Nunca antes el suelo había estado tan duro, tan frío. Tu mayor centro de equilibrio, de apoyo ahora era tu peor enemigo.